¿Qué es la gobernanza?
La gobernanza en las redes blockchain o DLTs públicas se refiere al conjunto de reglas, procedimientos y prácticas que definen cómo se opera y se toman decisiones de manera transparente dentro de una red.
Este marco es esencial para garantizar que las decisiones se tomen de manera equitativa y transparente entre las partes interesadas, sin que ninguna entidad ejerza una influencia indebida, facilitando una mayor autonomía y determinación, y permitiendo a las comunidades adaptar sus estructuras de gobierno a sus necesidades y valores específicos.
Orígenes de la gobernanza descentralizada
En los primeros días de Bitcoin, la gobernanza era prácticamente inexistente y, en muchos sentidos, centralizada. Satoshi Nakamoto tomaba las decisiones principales sobre el rumbo del proyecto. Con la desaparición de Nakamoto y la llegada de Gavin Andresen, la gobernanza comenzó a evolucionar hacia un modelo más estructurado, basado en las propuestas de mejora de Python (PEP).
La introducción de las Bitcoin Improvement Proposals (BIP), con BIP-001 creado por Amir Taaki y mejorado por Luke Dashjr, marcó un hito en la formalización de la gobernanza de Bitcoin y de otras criptomonedas como Ethereum que se basaron en el mismo modelo, en este caso mediante las EIP.
Importancia de la gobernanza descentralizada
En una comunidad en la que sus participantes interactúan de diferentes maneras y con diferentes propósitos, se hace evidente la necesidad de una serie de reglas y normas que permitan el sano convivir de quienes hacen vida dentro de esa comunidad.
En el contexto de redes distribuidas, donde la descentralización es una característica clave, la gobernanza es especialmente desafiante, garantizando que todas las decisiones se tomen mediante un consenso amplio entre los participantes de la red. Esto es fundamental para evitar que una sola entidad o un grupo reducido tenga control total, lo que podría poner en riesgo la seguridad e integridad de la red.
Modelos on-chain y off-chain
Las tecnologías descentralizadas y distribuidas abren la posibilidad a nuevas opciones de gobernanza, conocidas como gobernanza «on-chain» o dentro de la cadena y «off-chain».
Gobernanza on-chain
La gobernanza «on-chain» se refiere a un sistema de votación integrado que gestiona e implementa los cambios en la red. En este modelo, cualquier miembro de la comunidad puede proponer cambios, y los participantes con derecho a voto deciden si aceptan o rechazan las propuestas.
En algunas formas de gobernanza «on-chain», los cambios de protocolo propuestos ya están escritos en el código y se implementan automáticamente si las partes interesadas aprueban los cambios.
Por ejemplo, Tezos utiliza un “ledger auto-enmendable” donde los cambios aprobados por la comunidad se implementan en una testnet. Si los cambios son exitosos, se finalizan en la red principal. Este enfoque garantiza que las modificaciones se prueban adecuadamente antes de su implementación definitiva.
Gobernanza off-chain
La gobernanza off-chain, en contraste, es más similar a las estructuras de gobierno tradicionales. Este modelo consiste en que cualquier decisión de modificación del protocolo se produce a través de un proceso informal de debate social que, de aprobarse, se aplicaría en el código y es utilizado tanto en Bitcoin como Ethereum, donde el equilibrio de poder se distribuye entre desarrolladores, mineros, usuarios y empresas.
Aunque este modelo permite una evolución más lenta y meticulosa, mantiene un aspecto relativamente centralizado, excluyendo a muchos usuarios que carecen de conocimientos técnicos o poder financiero para participar en la toma de decisiones.
Consenso
El consenso es un principio fundamental en la gobernanza. Representa el mecanismo mediante el cual los participantes de la red acuerdan el estado único y verdadero de la red, garantizando la integridad de los datos registrados.
A continuación, mencionamos los dos más populares en la industria:
- Proof of Work (PoW): Utilizado por Bitcoin, PoW requiere que los participantes (mineros) resuelvan problemas matemáticos complejos. El primer minero en resolver el problema agrega el bloque a la cadena, y la red lo valida. Este método es robusto y seguro, pero consume una gran cantidad de energía.
- Proof of Stake (PoS): En PoS, los validadores son seleccionados para crear nuevos bloques y validar transacciones basándose en la cantidad de criptomonedas que poseen. Este enfoque es más eficiente energéticamente que PoW.
La tecnología y los algoritmos de consenso subyacentes evolucionan a diario, impulsados por un continuo esfuerzo por mejorar la eficiencia, la seguridad y la usabilidad de estas redes.
Forks
Los forks, por otro lado, ocurren cuando hay una falta de consenso dentro de la comunidad sobre un cambio propuesto en el protocolo. Estos desacuerdos pueden surgir debido a diferencias filosóficas, técnicas o económicas sobre la dirección futura de la red.
Cuando la comunidad no logra llegar a un consenso sobre un cambio, puede resultar en un fork en la cadena, donde la red se divide en dos versiones distintas, cada una con su propio protocolo y conjunto de reglas.
Así, la gobernanza juega un papel crucial en la gestión de los forks al proporcionar el marco y los procesos para la toma de decisiones colectivas. Una gobernanza efectiva puede ayudar a evitar forks divisivos al facilitar la comunicación y la resolución de conflictos dentro de la comunidad, promoviendo un consenso amplio en torno a los cambios propuestos en el protocolo.
Conclusión
La gobernanza es fundamental para la gestión, el éxito y la integridad de las redes descentralizadas y distribuidas. Permite una toma de decisiones equitativa y transparente, asegurando que el poder no esté concentrado en unas pocas manos. A medida que las tecnologías continúan evolucionando, la gobernanza seguirá siendo un tema crucial, con modelos «on-chain» y «off-chain» ofreciendo diferentes ventajas y desafíos.
Un ejemplo notable de mejora en la gestión de estas redes es Tezos, que elimina la posibilidad de forks en su protocolo mediante su sistema de ledger auto-enmendable. Esto asegura que los cambios se prueben y validen de manera eficiente antes de su implementación definitiva, mejorando la estabilidad y cohesión de la red.
La clave para cualquier sistema de gobernanza es el consenso, garantizando que los cambios se realicen de manera inclusiva y justa para todos los participantes de la red.
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